Sombras de la estación
Amplios tiempos de espera desesperan al más paciente.
Una vida de transbordos sin una clara meta en mente.
La cabeza echando humo queriendo volar como los trenes.
Nunca se paró a pensar en aterrizar tras los despegues.
Daba igual el lugar, parecía que cambiar era lo pertinente.
Sin encontrar ese hogar donde descansar y establecerse.
Tantas maletas, tantos destinos, donde viajan tantos sueños vividos.
Algunos heridos, esperando curar en un nuevo camino.
Otros queridos, deseando llegar cuanto antes al sitio del rumbo emprendido.
También estamos los perdidos, que apostamos siempre cruz,
confiando a la suerte que ponga un poco de luz entre tanto desatino.
Los equipajes más pesados los cargamos tan adentro de uno mismo…
Siempre la suerte.
- Cuenca, last stop -, 1 de Noviembre de 2o22
Charls