Nuestro encuentro imaginario nunca pudo ser

No le echemos la culpa ni a la h ni a la b

Circunstancias naturales ante las que no podemos vencer

De nuestros pasados ya aprendimos que no es lo mismo querer que poder

 

Si alguna vez temiste que esto no acabaría bien

No creíste cuando dije que me iría junto al atardecer

Ni usurpar aquella Luna quise, que me descubriste alguna vez

Esa que a finales de Julio te abraza con todo el cariño en su anochecer

 

Nos queda el intento de todo con la recompensa de nada

El arriesgarse a soñar sin pensar en mañana

Aquél baile de dos, el del miedo y las ganas

Y el abrazo al que mintieron con: ‘que luego continuara…’

 

Nos queda el momento ‘Nosotros en la Luna’

Y otro puñado de escritos que recordarán nuestra ruta

Dejando una huella que, por mucho que hoy nos duela,

‘Tú, en realidad, estás bien’, no es tan mal final a nuestra novela.