La importancia de Dios
Carlos Alberto García Moreno. Charly García. Argentina. 23 de Octubre de 1951. Escorpio.
Los Dioses son eternos. Y Charly, a sus 72 años (casi 73), acaba de publicar La Lógica del Escorpión. Argentina aplaude, así como la música. Así como tendría que hacer el resto del planeta.
La rana y el escorpión
Un escorpión le pidió a una rana subirse a su espalda para cruzar el río.
Escéptica, la rana se negó en primera instancia ya que «si te dejo que te subas a mi espalda puedes picarme y la picadura de un escorpión es mortal».
El escorpión le replicó preguntando: «¿Dónde está la lógica de tus palabras? Los escorpiones siempre tratan de ser lógicos: si yo te pico, tú mueres y yo me ahogaré».
La rana terminó convenciéndose y cuando iban a mitad de camino sintió el aguijón entrando en su espalda. Mientras se hundía para morir la rana exclamó: «¡No hay lógica en esto!». El escorpión asintió y le explicó que «Lo sé. Pero no he podido evitarlo, es mi carácter».
Mr. Arkadin, Orson Welles
Y es que el Instinto particular siempre subyace. Aunque se le pretenda engañar durante un rato.
Es sólo Rock and Roll…
Corría el Mayo del 17 (según mis archivos), estando en Manchester, escuchando y buceando por los adentros de grupos, cantantes y entrevistas sobre música, encontré una donde alguien (un argentino, ellos son así) decía con mucha convicción, como el que trae un descubrimiento revolucionario que lo cambiará todo, que Andrés Calamaro (estaban hablando de él) era grande, pero, que aunque en España no se conociera, allí en La Argentina, el Dios de la música era Charly García.
¿Quién era ese Charly García para que se esa persona le tildara de tal excelsa manera?
Me puse a ello y me di de cara con ‘Asesíname’. Literalmente quedé extasiado ante ella. Uno de esos orgasmos que sorprenden donde todo fluye por alta compatibilidad física y cero rozadura por la fricción.
‘Kill My Mother’, el segundo polvo -de casi 9 minutazos, oye!- con tantas sensaciones desconocidas que iban y venían, hizo estallarme la cabeza y los sentidos, ¿o los sentidos primero y luego la cabeza?... no sé, perdí un poco la consciencia...
Tal fue el boom que me ocasionó, quizás mezclado al contexto y el caldo de cultivo en el que me encontraba, que me hizo empezar a ponerme a escribir alguna canción y a comprarme una eléctrica. Si Dios puede cambiar una vida, para mí Charly también es Dios.
Con esa música que hay ahora…
2o17: Ni idea de la existencia de Dios. Poderes musico-facticos ejerciendo excelentemente su labor de progresiva decadencia y de llenado de bolsillos rápida y fácil, consiguiendo ocultar al mismo Sol del conocimiento de, al menos, de España.
Músico prodigio desde chiquito, de oído absoluto según se dice, brillante con las teclas, pero sin quedarse atrás con la guitarra o el bajo, que cambió a Mozart cuando conoció a The Beatles. Que compuso los más bellos y disfrazados himnos contra la cruenta dictadura militar de Argentina años ha, acompañando siempre desde entonces y tan querido por tantos allí en su país, experimentando cada vez más hasta acariciar más y más según pasaba el tiempo al Rock & Roll -y es que el Rock (pero el de verdad, no el producido), creo, es de las pocas tablas de salvación a las que uno se puede aferrar hoy y siempre si estás cansado de que te den de comer todos los día papilla y crees que puede haber algo más y, que en Argentina conservan y aprecian muchísimo más y mejor que nosotros. Aún. -, saltando desde el balcón de un noveno piso de un hotel (y) acertando a la pileta (piscina) huyendo de la policía, hasta la última época de calma, delicado cuidado a la elaboración y más felicidad, presumiblemente, al verlo sonreír y disfrutar más sin esas pasadas emociones limítrofes, propias quizás, de un genio.
La Lógica de Dios
Esta es la historia de un hombre
que supo muy pocas letras,
y soñó con la justicia
de los héroes de historieta.
Y se disfrazó de bueno,
con un disfraz de villano
Pobre Juan, que lástima me da.
Todos los reprimidos,
seremos tus amigos
cuando tires al suelo tu disfraz...
Septiembre de 2o24, Charly presenta un muy cuidado y trabajado disco, perfectamente estructurado con unas definidas caras A y B de vinilo. De eso que ya hay poco. Su Instinto de genio se conserva y se intuye el gran esfuerzo, trabajo y tiempo dedicado en la gravedad del recorrido del disco. Al igual que el resto de su discografía, siempre tuvo el control absoluto de cada nota.
Nuevas canciones pero también alguna revisitación que se ha demostrado necesaria.
Creando y mezclando artesanalmente una canción recuperando la voz del fallecido Luis Alberto Spinetta de un antiguo cassette. Nada de IA.
Y esperando años de proceso legal para conseguir plenamente los derechos de una canción de John Lennon, ya que sin ella se negaba a publicarlo. Su amiga, Yoko Ono, le había dado permiso hace mucho tiempo, pero por lo visto las discográficas no funcionan tan así… quizás sepan poco de música, ya que eso no se le puede hacer a Charly.
Idealista como pocos, quiere entrar y se considera del Club de los 27, y en otra canción reconoce tener miedo de Dios...
El disco acaba -específicamente- con Rock and Roll Star, su versión de The Byrds, junto a su discípulo Fito Páez, y que es toda una declaración de intenciones ante la música:
Y en poco tiempo más estarás en TV
Las chicas van a gritar..
Anda yendo y búscate ya un representante que te va a cagar
Vendé tu alma a la corporación
Vestite bien y róbame una canción
Y en poco tiempo más tendrás tu CD
Las chicas van a gritar..
De valorar, el máximo cuidado y detalle en la (por ahora) última obra de alguien con tanta historia, y queda curiosamente patente que hoy en día no hay nadie más joven, experimental, irreverente y libertario que él.
Rompe(la), creencia..
Rompe(las), tendencias..
Grita (agita), no seas como los demás
Cuando nadie me dice la verdad
Vos sos la única que dice que Sí
Puedo hacerlo! Puedo verlo!
Semana grande digna de celebrar, y un momento para la historia para muchos.
Say No More.
Aquí dejo un mix que he gozado mucho al hacer, de fragmentos en orden cronológico de algunas de sus canciones de su extensa obra:
Cuenca, 15 de Septiembre de 2o24
Charls