Honestidad Brutal
-Crónica de (mi) concierto-
Andrés Calamaro, Madrid, 28 de Junio de 2022.
‘Una carta te di, que nunca escribí, que nadie leyó
Hoy diez años después, todo sigue igual, nunca te llegó
Dentro del corazón, al día de hoy, no queda lugar
Si perdí la razón, no fue por amor, fue por soledad’
El contexto (no) lo es todo
Fue en 2019 cuando pillé dos entradas para ver al que desde hace muchos años ha sido un referente musical constante en mi vida. No podía seguir viviendo y coexistir y no verle en directo. Pero a causa de una pandemia que nunca se fue, al igual que la guerra -aunque no las queramos ver- se fue retrasando tal evento hasta este año.
No entendí como en la última y definitiva fecha se quedaba en un Martes. Cual Judas, ante tal fecha, una gira basada en un disco de calmadas y acústicas versiones de algunos de sus temas pasados y con el trabajo presente, pensé que quizás no era el mejor momento para ir. Intenté regalar las entradas e incluso venderlas, pero como golpes de viento de un destino a favor ninguno de esos movimientos dio fruto. Te traicioné, me traicioné.
En un hueco de lucidez, aunque me sentía sucio, algo me dijo: ‘vete y escucha algo grande’. Una voz interior..
Tuve la suerte que el trabajo me dejó escaparme. Los planetas se alinean y el universo conspira a tu favor para que te pasen cosas bonitas y esas frases de tazas de desayuno.
Un último eslabón y no por ello poco importante ni mucho menos, ¿con quién ir?
Afortunado de tener tan bella persona como amiga, mi querida Vanesa. Sentí que el influjo del recital nos cautivó a los dos, al igual que al resto de presentes. Yo flipé y me sentí feliz al verte sonreír, bailar y vivir lo que vivimos allí.
Soy anti-móviles rotundo en los conciertos, un demasiado alto porcentaje de personas lo alzan para que el teléfono vea y recuerde mejor que ellos lo que allí se vive, y además impide una buena visión del evento para el resto. Mejor guardar cada segundo en la retina y concentrarse en las sensaciones musicales físicas que sienten y afectan al cuerpo y sus entrañas, dejando a las piernas que se muevan y salten por ellas mismas.
Pero reconozco que, gracias a ti, he podido disfrutar re-escuchando unas trescientas trillones de veces la increíble versión de Flaca que tanto nos gustó. Gracias y mil gracias por tu compañía aquella mágica noche.
Madrid en el ojo del mundo por un momento, cumbre de la OTAN con políticos un poco perdidos que no saben encontrarse el culo y mi querido Johnson, autor de su obra cumbre: ‘Brexit’ -nunca te lo perdonaré-, haciendo sin saber una de sus últimas performances. Now, the one who leaves is you.
Y con todo, y en Martes, el Wizink llenó. Claro. Y ahí estábamos.
Nunca he estado en Argentina, pero nunca estuve tan cerca. El ambiente ardía. Me sorprendió ver tanta gente joven en grupos con sus camisetas de la albiceleste cual hinchada cantando antes de entrar: ‘Maradona, no es una persona cualquiera, es un hombre pegado a una pelota de cuero’ y otros muchos con distintas camisetas del ‘Salmón’. Un ambiente más de fútbol que de concierto, un partido donde sólo juega tu equipo, todos en el mismo bando y con el mejor killer.
El público que allí estábamos, éramos en su mayoría devotos de Andrés, de las canciones que sentimos clavar en nuestra espalda cual puñales y de las que nos salvan tras la estocada con el aguante y resiliencia que nunca debe faltar y siempre nos brinda. ‘Cuantas veces me dijeron que No, a mí y sobreviví / Dame la mano y vení, que te enseño a perder’.
Pocos serían los que no acompañaron los versos de Andrés aquella noche vocalmente y dudo mucho que alguno no acompañase en espíritu y ritmo aunque no lo conociera (Que sorprendentemente hay demasiada gente que no conoce a alguien que es presente e historia reciente de la música tanto argentina como de nuestro país). Temas inmortales, algunos letales.
Personalmente, yo hubiera explotado de placer (aunque en realidad lo hice) si hubieran tocado ‘Diego Armando Canciones’, ‘Cuarteles de invierno’ o ‘Las Rimas’, canciones del último y gran disco de estudio ‘Cargar la suerte’ (2018) que ha quedado proclamado por crítica y, sobre todo, por su público, en el podio junto a ‘Alta Suciedad’ (1997) y ‘Honestidad Brutal’ (1999), obras míticas, y eso no es moco de pavo.
Siempre disfruto y espero más la frescura de los nuevos y últimos temas antes que los de siempre y descubrir qué enfoque, con qué instrumentos y como sonarán en directo. Cosa que me pone en contra de la mayoría de gente que asiste a un concierto cualquiera, que quieren escuchar los temas de siempre, que no fallan desde hace 20 años, como si en vez de ir a un concierto de alguien con extensa carrera -hay otros artistas que no pueden decir lo mismo- encendieran ‘la Cadena Dial*’. Sería lo mismo. Esto pasa porque la mayoría de la gente que asiste a los conciertos, y más últimamente, no escuchan los nuevos trabajos y estas nuevas canciones, no salen ‘en la Dial’.
*Nada en contra de la Cadena Dial en particular. De tanto ponerla en el trabajo me está empezando a caer bien el Alejandro Sanz..
Pero fueron los éxitos los que primaron, y en una carrera de 45 años en la música, quedan pocos huecos para entrar en la alineación titular.
Cancha repleta, el partido va a comenzar..
Honestidad Brutal
La historia compositiva de Andrés es bastante interesante, comenzando desde muy joven y sin saber tocar ningún instrumento se acopló enseguida a los grupos más importantes de aquella Argentina. Sólo posible si tienes algo muy especial dentro de ti. Pronto le daría al órgano, mellotrón, guitarra, batería.. y dentro de los grandes, ese chico joven se hizo con la voz cantante y compositiva.
Calamaro quiere volar buscando su camino musical y, sin nada, se va a Madrid donde crea junto a sus compañeros (uno de ellos Ariel Rot) nada más y nada menos que ‘Los Rodríguez’, donde alcanzaría en España un éxito desorbitado.
Éxito abrumador, que, al igual que ‘Héroes’, llega a coitus interruptus.
Ahora Andrés quiere volar y volar solo -sin paracaídas-. Al principio le cuesta mucho, pero no sé qué contrato con el diablo selló -ni nos enteraremos- y llegó ‘Alta Suciedad’ 1997. Nada más que añadir, su señoría.
Tras esto, su dedicación a la música se convierte en obsesión y su labor compositiva es tal que se encierra en el estudio y empieza a crear canciones y canciones compulsivamente. Quiere hacer todas las canciones posibles. ¿Quién necesita comer si se puede componer? Uno se puede alimentar de mate u otras sustancias. ¿Para qué dormir? -el precio del pacto con el diablo-. Y nos presenta un discazo de 20 canciones: ‘Honestidad Brutal’ 1999. El dolor y el alma de Andrés queda bien plasmado. Por cierto, siempre me pareció una pasada de título para un disco así que lo robaré como título para este texto.
Esto no acaba aquí, y este artista, a punto de dejarse la vida por la música -que la muerte te encuentre trabajando.. ¿O era la inspiración?- pagando con gusto el precio a pagar, saca un disco (bueno, en realidad serían 5 en formato físico) sólo un año después del anterior con 100 canciones. Sí, no se me ha ido ningún cero, 100 nuevas canciones de 300 que tenía preparadas. El disco: ‘El Salmón’ 2000.
‘Siempre seguí la misma dirección
la difícil la que usa el salmón’
Joyas musicales para él y para el público, pero que le dejan al filo de la muerte real. Tras elegir vivir, sería largo e imagino que muy duro el proceso de su recuperación. Dijo que estaba seco y que dejaba la música para siempre. Hizo un amago de Judas también. Y volvió, y compuso, y compuso con algo más de calma -la justa-, y cada nuevo disco, es un disco de Andrés Calamaro, es un evento que no se puede uno perder ni despreciar.
Bohemio
Y comienza con ‘Bohemio’:
‘Anoche te escribí nuevas canciones eso sólo significa
que le robé palabras a tu ausencia para tratar de seguir
Primero sé que voy camino a nada pero a veces nada importa, y naufragás’
Andrés se muestra sobrio, serio, como conteniendo la fuerza y la explosión de las canciones dentro de si para proyectarlas vocalmente de la mejor manera posible, transmitiendo todo el sentimiento y concentrándose en lo que viene siendo habitual en los últimos años: Cantar de la mejor manera posible.
Lo que me temía acústico suena de cojones, nunca he asistido -o a mí me pareció así- a un concierto con tan buen sonido, con todo tan bien afinado y sonando tan bien. Impresionante su voz contenida transmitiendo tanta fuerza a las canciones. Nunca vi cantar tan bien, nunca vi sonar tan bien -o a mí me pareció-. Y las sorpresas..
Nosotros, el público, enamorado. A sus pies. A su servicio. Aunque algunos sí desgañitábamos nuestra garganta, no tenemos tanta contención.
La siguiente, un hitazo que vuela solo por todo el Wizink, al igual que su solo de guitarra: ‘Cuando no estás’.
La tercera, y echándole aún más gasolina al fuego: ‘Verdades Afiladas’, próxima descripción del Calamaro actual a los ojos del público, el siempre tan romántico y roto, el solitario por cosas de la vida pero ya curtido y el, no queda otra, que infiel:
‘Despedirse en una carta tiene eso
no es lo mismo, despedirse con un beso’
Tenso enfrentamiento de Andrés durante estas tres canciones con aquellos que entre el público seguían haciendo fotos con flash. Tanto que yo temí que se fuera realmente y terminar ahí el concierto. Impresionante como enfadado, con ese genio tan argentino, seguía entonando cada canción. Y así hasta que el último tonto por fin, que no sabía usar su móvil, dejó de flashear.
Primera sorpresa: aparece C. Tangana 'Hong Kong' y el estadio se cae:
‘Tengo una flor de María
y una geisha en Japón
tus banderillas en el corazón’
La canción es un regalo de Andrés para el último disco de Tangana. Una gran canción de rock. Yo me di cuenta como hace un año, cuando iba en un coche con jóvenes y jóvenas que escuchaban las canciones discotequeras del muchacho y, cuando sonó este tema, no quisieron ni acabarlo y lo quitaron. No les gustaba. Luego nos fuimos a bailar Aitana y las canciones que se ‘debían’ escuchar ese mes. Más tarde, la canción ganaría el Premio Grammy Latino 2021 a mejor canción de Pop/Rock.
Calamaro alardea que es su mejor texto. ¿Verdad?, ¿mentira?.. Desde luego no está exenta de humor, exceso y corazón. Relato de una buena noche.
A través de esta canción, me interesé por Tangana, no puedo decir que conozca mucho pero me parece una artistazo brutal, de toda esta hornada de nuevas caras y nuevos estilos musicales, me parece que deja a años luz al resto. Esto hacen las canciones, te da la oportunidad de conocer sitios distintos, unos mejores que otros.
Después vendría la siguiente sorpresa, Ariel Rot aparece para tocar no uno, si no lo que al final serían cuatro temas con él de lo que fueron ‘Los Rodríguez’, reflejos de una época pasada en la ciudad que los vio triunfar.
Y llega el momento del orgasmo. Calamaro nos regala junto a Kase. O una de las mejores versiones de Flaca. ¿Quién iba a decir que el rap le sentaría tan bien a la melodía de este tema imperecedero? El vis a vis de los dos cantantes queda grabado en el alma:
‘Sexo en la primera mirada
era el postre que se adivinaba
yo te di lo mejor de mí
tú te esforzabas en que se te notara
que yo te molaba
está decidido, hoy te abres para mí
quieres sexo conmigo
y yo bendigo mi suerte, bien fuerte
consigo que me lleves a tu piso contigo’
Brutal.
No me puedo ir sin olvidar que Calamaro nos dejó que cantásemos por y con él la tremenda ‘Paloma’ donde en un acto colectivo nos dejamos las cuerdas vocales:
‘Quiero vivir dos veces
para poder olvidarte’
Y en los bises, nos fuimos con ‘Los Chicos’ un recuerdo y homenaje a los amigos caídos y que nos esperan en el cielo -'si es que existe la vida eterna'- armonizando y finalizando con la fuerza que desprende la banda con un clásico argentino como es ‘De Música Ligera’, de uno de aquellos 'chicos caídos'.
Andrés, reencontrado y de nuevo amigo con el público, agradece el fervor mostrado y saca un capote al escenario, dando unas ‘Medias Verónicas’ que convierten al más antitaturino en protaurino, y no queda más que gritarle Olés! ante tanta maestría.
Tras el orgasmo, algunos quedamos extasiados, exhaustos del momento vivido. ¡Y nos lo pudimos perder!
Esa noche, ese recital fue inolvidable. Tanto, que necesitaba retratarlo. Un reencuentro con el amor puro a la música y al arte.
Setlist de la velada:
-Bohemio
-Cuando no estás
-Verdades Afiladas
-Crímenes Perfectos
-Me Arde
-All You Need Is Pop
-Media Verónica
-Rehenes
-Los Aviones
-Maradona
-Estadio Azteca (intro: Espérame en el Cielo)
-Tuyo siempre
-Hong Kong (con C. Tangana)
-Mi enfermedad (con Ariel Rot)
-A los Ojos (con Ariel Rot)
-Canal 69 (con Ariel Rot)
-El Salmón
-Flaca (con Kase.O)
-Alta Suciedad
-Paloma
Encore:
-Sin Documentos (con Ariel Rot)
-Los Chicos + De Música Ligera