Amigos

 

No me puedo engañar

ni negar que en realidad

aspiramos soledad

 

Quizás me acomodé

y pocos sitios encontré

en este hueco me posé

 

No pudimos tampoco elegir

‘hay que hacer por vivir’

después de un tiempo no es sufrir

 

Frialdad ante cuchillos y metralletas

sensibilidad en canciones y poemas

todos tenemos nuestras tretas

secretas armas y vendettas

 

Tras un rato acompañado

al poco vuelve el bicho raro

de su hábitat separado

 

Y gustaría ser normal

sonreír, poder bailar

aspirantes a cambiar

 

Ánimas introvertidas

que ocultan sus miradas

bajo Ray-Ban deslucidas

 

Agradecer la compañía

pocas veces merecida

en el fondo muy querida

 

Gracias al lector

y mi resto de almas queridas

por la amistad y compañía